Te acercamos esta hermosa invitación que nos acerca nuestra queridisima Claudia Calvin
En este mes el mundo se satura de mensajes para que le regales flores, chocolates, cenas y un sin fín de cosas «al amor de tu vida». ¿Qué sientes con ello?
A mi hace mucho que algo no me cuadra al respecto, sobre todo porque los mensajes están saturados de clichés y te hacen ver hacia afuera de ti.
¿A qué me refiero? A que hemos recibido una educación errónea durante años, y las mujeres el doble, en la que nos han dicho que el amor es hacia otras personas y que no es hacia nosotras mismas. Es más, nos han enseñado desde niñas que «decir que te amas es egoísta», que tienes que amar al resto del mundo antes que a ti y que darle a otras personas tu tiempo y tu amor «es lo correcto».
El colmo es cuando vemos películas y canciones cuyos guiones y letras nos dicen que amar es sufrir y si sufres mucho, quiere decir que amas de verdad. ¡Qué horror!
Eso del amor propio me sonó siempre cursi, cursi. «¿Amarme a mi? Claro que me amo, si no no buscaría el empoderamiento ni haría todas las cosas que hago.» Hoy, en la segunda parte de mi vida, me doy cuenta de que es algo que nunca aprendí a hacer. Aprendí a amar al resto del mundo y a darme lo mínimo a mi y me doy cuenta también de que confundí el empoderamiento con el amor propio. ¡Uf! Qué equivocada estaba. No es lo mismo ni tiene nada que ver.
Debo confesar que aprendí hace no mucho qué es el amor propio y dejó de sonarme cursi, disparatado y me di cuenta de que es la base de todo lo que damos en la vida. Existe la famosa frase: «Ama a los demás como te amas a ti misma»…. y para muchas personas esto significaría tratar mal al resto del mundo porque nos tratamos de manera terrible a nosotras mismas. Tratamos a las y los demás bien porque es de buena educación hacerlo, pero no nos tratamos amorosamente en primera persona porque nadie nos enseñó a hacerlo.
Por eso vengo a invitarte en este mes del amor y la amistad a tratarte como la persona más importante de tu vida. ¿Cuántas veces viste una película porque le gustaba a tu pareja pero no era la que tú querías? ¿Cuántas veces cocinaste para tu familia lo que ellos querían pero no incluíste en el menú lo que a ti se te antojaba? ¿Cuántas veces te quedaste en una fiesta horas extra porque tus amigas y amigos querían quedarse más y tú te aguantaste aunque se te cerraran los ojos? ¿Cuántas veces usaste tus ahorros para prestarle dinero a alguien y no te hiciste el auto regalo para el que estabas ahorrando? ¿Cuántas veces en la vida has ignorado lo que quieres por priorizar lo que otras personas quieren y porque calladita te ves más bonita?
Me hubiera encantado tenerlo claro mucho antes, es más, desde niña hubiera querido saberlo y sentirlo, pero lo tengo claro ahora y por eso te lo quiero compartir. Es por ello te vengo a invitar a que este mes (y el resto de la vida) te trates como la persona más importante de tu vida y no como un actor secundario o de relleno de tu propia película.
No, no es egoísmo ni es lo que vengo a proponerte. Al mundo le sobran egoísmo y odio, pero le faltan amor propio y empatía. Justamente por eso he decidido poner manos a la obra y empezar por mi misma todos los días y por ello quiero compartir también lo que he aprendido y estoy haciendo a través un taller dedicado a eso: a aprender a querernos en primera persona. Anímate y nos vemos el 25 de febrero.
¿Cómo te suena esto y qué tanto te tratas como la persona central de tu vida? ¿Resuena en tí o suena como algo ajeno? Cuéntame, te leo.
Que tengas un fin de semana fabuloso. ¡Te lo mereces!
Claudia Calvin
Mujeres Construyendo
