Bienvenida Azul, ¿Qué es lo que haces? ¿Por qué elegiste este rubro? ¿Cómo se te ocurrió la idea?

Dicto talleres de encuadernación, cartonaje, confección de sellos, técnicas de estampación, marmoleado en papel y telas. Además, tengo una tienda de insumos del rubro donde las personas que toman los talleres pueden abastecerse para seguir practicando.
Los talleres los comencé casi por casualidad, cuando creé la marca me dedicaba a hacer algunas cosas en costura, mayormente almohadones de diseño donde cosía gajo por gajo hasta formar un círculo, combinando distintas texturas y colores. A la gente les encantaban. También hacía baberos, cambiadores, individuales, fundas, etc. Al mismo tiempo estaba como encargada en una inmobiliaria donde la estaba pasando mal y pensaba todos los días cómo hacer para salir de ahí. Un día de verano caí medio de paracaidista en un intensivo de encuadernación. Terminé el cuaderno y fue amor a primera vista. Me fascinó por completo. Desde ese momento fui a cuanto taller encontraba, no solo en mi ciudad sino también en Capital. Comencé a vender los cuadernos que hacía y un día me animé a dar un taller en la librería de unos amigos. Me di cuenta de que no sólo me encantaba sino que era buena haciéndolo, la gente se iba contenta con sus creaciones y me felicitaban. No lo podía creer, nunca me hubiera imaginado que yo podía ser buena con las manos, siempre me había dedicado a otras áreas (estudié Letras, Dirección Orquestal, Cheff! y hasta para ser Martillero Público).

¿En qué año comenzaste el emprendimiento? ¿Qué te impulsó a iniciar tu propio negocio?

Comencé en el 2014, di el salto de dedicarme exclusivamente a mi proyecto cuando ya no soporté más la vida que estaba teniendo. Me pagaban muy bien pero el maltrato personal y el intercambio con los clientes era agotador ya que yo estaba más que nada en el área de mediación cuando existía un conflicto entre partes.

¿Alguien te ayuda? ¿Cuántas y quiénes son las personas que colaboran con vos? 

Me ayudó mucho mi mamá que me prestaba todo el tiempo su tarjeta de crédito cuando yo aún no tenía, así pude pagar las primeras publicidades en las redes sociales. Mi papá me llevaba a Capital en su auto para que pudiera comprar los insumos, me pasaba a buscar a las 7 a.m para que llegaramos a los lugares a tiempo y volviéramos para buscar a mi hija a la escuela. Además me hizo todos los muebles que fui necesitando para desempeñarme ya que él es carpintero. Actualmente me ayuda muchísimo mi pareja que es diseñador, nos conocimos cuando realizó el rediseño de identidad de mi marca y desde entonces somos una pareja emprendedora. A mi me estalla la cabeza de ideas y el tiene el temple para llevarlas a cabo así que entre los dos dos hacemos un gran equipo.

¿Qué te diferencia de productos/servicios similares?

Lo que más me dice la gente es que no pueden creer la paciencia que tengo (a veces ni yo lo creo), lo que me hace muy buena para la enseñanza del oficio. Soy muy prolija con mis trabajos, bastante obsesiva por los detalles y no paro nunca de pensar como seguir mejorando. Siempre fui buscando trabajar con otros emprendedores, ilustradores y diseñadores locales y nacionales. Nunca me gustaron los productos genéricos que uno puede encontrar en cualquier lado, sino que traté de diferenciarme del resto a través del diseño que es mi área actual de estudio.

¿Cómo ves tu emprendimiento en el 2018? 

Este año tuve un crecimiento muy grande. Los dos últimos dos años de mi vida fueron muy difíciles en lo personal, sufrí la pérdida de un familiar, mudanzas, una ruptura amorosa, muchos cambios y todo eso con una hija adolescente. Cuando comenzó el año fue por demás difícil y decidí enfocar toda mi energía en mejorar laboralmente y funcionó, mi marca creció tal como esperaba y hoy día cuento con el taller y tienda más completo de mi ciudad.

¿Qué es lo más lindo de ser dueña de tu propio negocio? 

Creo que lo mejor es saber que toda la energía, el tiempo y el dinero que invierto van a parar a algo que es propio, no siento que va a la nada como cuando era empleada y mis jefes no valoraban mi esfuerzo. No necesito la valoración de otra persona, me pone orgullosa ver como crezco a pesar de tantas dificultades. Lo mejor es que mi trabajo me permite viajar. Tengo un proyecto que se llama Taller Nómade con el cual recorro el país dando clases.

¿Hay algo que no harías si volvieras a empezar? ¿Qué cosas? 

Creo que haría todo tal cual, mis errores me enseñaron muchas cosas y me trajeron a donde estoy. Mi frase favorita en el mundo es de una canción de Silvio Rodríguez que dice «Debes amar el tiempo de los intentos…» Hoy en día la tengo colgada en una pizarra en el taller. Me gusta pensar que cuando un alumno o alumna ve la pizarra, si algo no le está saliendo, va a valorar y querer ese momento de intentar, de aprender.

Por último: ¿Qué consejo le darías a las mujeres que todavía no se animaron a iniciar su propio negocio? 

Les diría que yo también tuve miedo, que el camino no es fácil pero tampoco es imposible. Hay que poner mucho de uno y mientras se tenga el valor de enfrentarse a las dificultades es posible. No tienen ningún sentido malgastar nuestra vida haciendo cosas que no queremos hacer, así que mejor arriesgarse.

Algo más que quieras agregar… 

Agradezco que me hayan escrito y me den la oportunidad de contar mi historia.

¿Tenes alguna promo si mencionan SOY EMPRENDEDORA? Sí, pueden acceder a un 10% de descuento en los talleres que estén a mi cargo en mi espacio (a veces vienen otros profes)

DATOS DE CONTACTO:

Nombre:  Azul Hernández
Nombre del emprendimiento: Cerezo – Tienda & Taller

Sitio web: https://cerezo.mitiendanube.com
País: Argentina
Provincia: Buenos Aires
Ciudad: La Plata
Facebook: @cerezotiendaytaller
Twitter: @Cerezo_tyt
Instagram: @cerezo_tiendaytaller

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