El ser humano siempre ha buscado la felicidad.

Sin embargo, nadie en la escuela nos dio el manual de instrucciones.

Se olvidaron de decirnos que para que tu vida tenga sentido, es imprescindible vivir con propósito.

Y eso significa tener visión, misión y rumbo. Saber quien eres, lo que quieres, y lo que vas a aportar al mundo. Cuando realmente conectas con tu poder interno, desarrollas tus fortalezas y talentos, y pones en activo tu capacidad creadora, te conviertes en una fuente inagotable de energía.