plataformsas-crowdfunding

El crowdfunding puede traducirse como micromecenazgo. Es utilizado no sólo para financiar negocios sino también buenas ideas y proyectos (por ejemplo, la creación de un documental).

El crowdfunding cuenta con dos (y hasta tres) grupos principales:

– Las personas que tienen una idea, negocio o proyecto y que necesitan financiamiento.
– Las personas con capacidad económica que financian el desarrollo de aquello que es de su interés en espera de obtener alguna gratificación a cambio.
– El agente intermediario: como Kickstarter, Kiva, Goteo o Idéame; crowdfunding sites que exponen las ideas y proyectos y que administran (y hasta cierto punto, regulan) el intercambio.

Actualmente, existen varios modelos de micromecenazgo:

crowdfunding

Crowdfunding de donaciones: quienes hacen aportaciones monetarias no esperan beneficios de la transacción, al menos no más allá de la sensación de haber ayudado al desarrollo de algo que les parece bueno.

crowdfunding

Crowdfunding de recompensas/preventas: aquellos que aportan su dinero esperan una recompensa a cambio de su contribución, ya sea un boleto para el concierto que financian, un precio especial del producto, ser los primeros en consumir un contenido, etc.

crowdfunding

Lending crowdfunding: se financia en masa (con préstamos o créditos) a un proyecto a cambio de un tipo de interés. En este caso, el emprendedor deberá pagar a sus prestamistas individuales el aporte recibido más los intereses.

crowdfundingEquity crowdfunding: (también llamado equity based crowdfunding) se invierte en un proyecto o empresa y se espera una parte simbólica de los beneficios. Aquí también se incluyen el crowdfunding basado en la compra de acciones de la empresa por un gran número de personas.

En estos tipos de crowdfunding queda bastante claro el papel de los mecenas y el emprendedor. Entonces, ¿cuál es el rol de los intermediarios?

Un intermediario, como ya mencionamos, suele ser un sitio en internet o plataforma crowdfunding que pone en contacto a emprendedores con mecenas.

El primer paso es que el emprendedor envíe su proyecto al sitio web que considere oportuno. Esto implica el envío de una breve descripción sobre la iniciativa, la cantidad de dinero que se necesita para desarrollarla, así como también el tiempo de recaudación y las recompensas que se brindarán a cambio. El anuncio permanecerá publicado durante un tiempo determinado, de forma que todos los interesados puedan realizar sus aportes económicos.

En cuanto al manejo del dinero directamente, existen tres modelos entre los cuales escoger (aunque esto depende del sitio web):

– Todo o Nada (All or Nothing, AoN): Cuando el periodo de recaudación se termina, el emprendedor recibe el dinero solo si su meta mínima ha sido alcanzada; si esto no sucede, el dinero no es recibido.
– Quédatelo todo (Keep it All, KiA): Ya sea que la meta monetaria es alcanzada o no, todos los fondos recaudados (menos la comisión) son entregados al entrepreneur. Si él o ella carece de los fondos suficientes para lograr los objetivos del proyecto, la devolución del dinero queda a su discreción.
– Recompensa (Bounty): Los fondos son recaudados para la creación de un producto o la solución de un problema particular (por lo general un error de software). Los mecenas son recompensados cuando alguien les provee exitosamente del producto o servicio.

Ventajas y desventajas
Una gran ventaja de este sistema es que permite financiar ideas creativas que no pueden ser financiadas por inversores tradicionales. Una segunda ventaja es que permite contar con clientes potenciales desde el inicio, dado que los mecenas pagan por aquello que les gusta y que por ende van a consumir.

Sin embargo, la mayor desventaja consiste en que los emprendedores deben exponer sus iniciativas en etapas demasiado tempranas, lo que supone cierto riesgo de que las empresas copien la idea.

Ahora que ya has leído un poco sobre el crowdfunding, ¿qué opinas sobre él? ¿Crees que es una idea buena y funcional? ¡Déjanos conocer tus comentarios!