Trabajar sin formalizar el negocio no solo implica estar fuera de la ley, sino que es una situación que se vuelve en contra de la propia empresa. Conocé los errores más comunes.

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Al arrancar un emprendimiento, la complejidad de los trámites, la falta de claridad sobre inscripciones y registros, y la propia falta de experiencia empresarial pueden llevar a un comienzo informal. Evitá los errores más comunes, para que tu negocio pueda crecer.

  • Error #1: no inscribirse. Para operar, un negocio debe tener forma legal e impositiva, lo que implica registrarse y darse de alta en diversos organismos, según la actividad, ubicación y tamaño del local. No hacerlo puede coartar las posibilidades de supervivencia. El monotributo es la forma más sencilla de arrancar cumpliendo con las normas básicas, aunque, cuando hay más de un socio, suele convenir conformar una Sociedad Anónima desde el comienzo.
  • Error #2: trabajar sin habilitaciones. Algunas actividades requieren  permisos para operar que implican cumplir con normas particulares de higiene y seguridad, entre otras. Se busca asegurar que los servicios y productos sean adecuados para los consumidores. Ocupate de conocer y cumplir los requisitos pedidos para tu actividad, y de gestionar las habilitaciones correspondientes.
  • Error #3: no realizar aportes personales. Los ingresos a corto plazo pueden ser los más atractivos al pensar en emprender, pero en algún momento vas a pensar en retirarte o vas a necesitar apoyo de terceros (socios, créditos, subsidios, etc.). Con el pago de monotributo o autónomos estás cuidando tu futuro y tu seguridad social, aportando para tu jubilación.
  • Error #4: contratar trabajo en negro. Las cargas laborales son altas para el empleador e impactan en el sueldo de bolsillo del trabajador. Pero  los arreglos informales, sin las inscripciones correspondientes, no sólo perjudican a ambas partes a largo plazo, sino que abren la puerta a riesgos de reclamos legales y sanciones que te pueden costar muy caros.
  • Error #5: no pagar impuestos. La presión tributaria para un pequeño negocio puede resultar alta, pero son las reglas de juego bajo las cuales hay que operar. Tenelos en cuenta en tus proyecciones de rentabilidad y pagalos a tiempo para evitar sanciones e intereses.
  • Error #6: trabajar en sociedades irregulares. Si vas a realizar actividades en conjunto con socios, es importante que den un marco a la relación, constituyendo una sociedad como la SA o la SRL. Las “sociedades de hecho” y las operaciones conjuntas sin formalizar son fuente de conflictos.
  • Error #7: confundir economía personal y del negocio. La falta de claridad acerca de los límites entre persona y empresa suelen llevar a confusiones riesgosas, tanto en temas de dinero como de alcance de la responsabilidad. Es importante que lleves la contabilidad de la empresa separada de la individual.
  • Error #8: no prepararse para crecer. La excesiva informalidad termina resultando una traba al crecimiento, ya que dificulta el acceso a créditos, la incorporación de capital, la exportación  o la asociación con otras empresas.

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