Trabajar con el máximo de esfuerzo y ganas puede resultar difícil después de un tiempo, y sin jefes que te estimulen. Cómo automotivarte para seguir adelante.

decisiones

El impulso emprendedor, ese entusiasmo inicial al crear tu propio negocio, puede desgastarse con el tiempo, y así, resultarte difícil seguir adelante con el máximo de ganas y esfuerzo. Las grandes empresas ofrecen una variedad de premios, ascensos e incentivos para que sus empleados mantengan la motivación. ¿Qué podés hacer vos para automotivarte y desplegar todo tu potencial al frente de tu propio negocio?

  1. Premiate por los logros. Aunque el mayor premio para un emprendedor puede ser que su negocio tenga éxito, es necesario marcar pequeños triunfos intermedios que ayuden a seguir trabajando día a día. Identificá las metas que alcanzás y premiate con salidas, descansos, capacitación, regalitos o, al menos, un registro escrito de tus logros que alimente tu ánimo (por ejemplo, en un blog o una pizarra).
  2. Sancionate ante incumplimientos. Si no pasa nada ante una meta no alcanzada, es posible que te relajes de más. Castigá tus incumplimientos obligándote a realizar tareas operativas, trabajar después de hora u ordenar el lugar de trabajo. Sé un jefe exigente para impulsarte a cumplir tus objetivos.
  3. Identificá qué cosas te desmotivan y reducilas al mínimo. Hay factores que te quitan las ganas de trabajar. ¿Desorden? ¿Equipamiento inadecuado? ¿Falta de ayuda? Tal vez no puedas modificarlas todas, pero sí enfocarte en las que más te perturban y hacer cambios. Si mejorás los resultados, bien vale invertir en limpieza, mejor tecnología, o un asistente.
  4. Maximizá las cosas que te motivan. Cada emprendedor es movilizado por distintos impulsos, como logros, relaciones sociales, dinero, creatividad o libertad. Si tenés en claro los que más te mueven, podrás crear un entorno que te motive cuando las fuerzas te fallen. Según tu perfil, atender personalmente a los clientes, participar en un premio, ir a un evento del sector, diseñar productos nuevos, ver crecer tus ahorros o ganar una negociación, puede ayudarte a recargar las pilas.
  5. Compartí con socios u otros emprendedores. Tomar un café y conversar acerca de preocupaciones, logros y problemas con quienes pueden entenderte, te ayudará a evitar la sensación de soledad que puede agobiar a quien maneja su negocio sin apoyo profesional. Proponete al menos un intercambio semanal.
  6. Buscá mentores y «motivadores» para alentarte. Es difícil mantener alta la motivación en solitario. Si no contás con socios o pares, podés buscar ayuda en empresarios con experiencia, consultores o personas de confianza con quienes descargar frustraciones y reencontrar los motivos que te llevaron a emprender.

Si quieres recibir ayuda en tu negocio solicita una

 “Sesión Estratégica Gratuita para Mejorar o Hacer Crecer Tu Propio Negocio”.